Elecciones compradas, futuro embargado.


COLABORADOR 2020: José Victoriano, SJ

Las recientes elecciones internas o primarias de los principales partidos de la República Dominicana se han caracterizado por las denuncias de corrupción. Muchos y muchas de los aspirantes “derrotados” gritan que ha vencido el dinero y no la democracia. ¿Qué podemos esperar de este grupo de hombres y mujeres “ganadores” que ya están listos para competir por puestos públicos, fundamentados exclusivamente en el poder de soborno?

Yo creo que a lo único que podemos aspirar es al crecimiento de la corrupción, al deterioro de la institucionalidad pública y a un triste aumento de la desesperanza con respecto a la misma Democracia. No se puede esperar nada más de quienes entienden que cualquier medio es válido para alcanzar sus caprichos y para aumentar su poder y su riqueza.

Esta situación es dramática porque en esos mismos partidos donde se ha impuesto el dinero, la corrupción, las mafias políticas y empresariales, hay un verdadero arsenal de hombres y mujeres que creen que la política debe ser medio para alcanzar el bienestar de todos y todas. Que la política es el medio óptimo para organizar la sociedad a partir de los derechos humanos universales.



Pero ¿qué ocurre con estos valiosos recursos humanos que también existen en los partidos tradicionales? ¿Por qué no se levantan y frenan el avance brutal de estos “malos y malas dominicanas” como diría Juan Pablo Duarte? Creo que estos buenos dominicanos se dividen en dos grupos: a) aquellos que argumentan que siguen las directrices de sus partidos, sobre todo si son peledeístas; y b) aquellos que parece que aguardan mejores tiempos para volver a aspirar, al tiempo que lloran desconsolados/as y se tragan la rabia contra las cúpulas del poder político que se reserva para si el poder supremo de asignar las candidaturas.

Estos son tiempos indecentes. Son tiempos para levantar la mirada por encima de los miedos individuales y ser capaces de poner el interés común por encima de todo porque está en juego el futuro de todo un país. Si queremos paz y justicia vamos a tener que arriesgar el pellejo. Vamos a tener que salirle al frente a estas bandas de hombres y mujeres que han hecho de la política un medio óptimo para hacer, multiplicar y conservar las propias riquezas y caprichos personales a costa del hambre y la miseria de millones de personas.

Las personas que a lo largo de la historia humana han renovado la esperanza han sido capaces de inmolarse, de poner en primer lugar el bien colectivo ante que sus propios intereses; y esto ha inspirado a otros y otras a formar movimientos religiosos, políticos o ecológicos que se alinean buscando lo mejor para todas y todos. Basta con pensar en la lucha que hemos librado recientemente contra la instalación de una cementera en los Haitises en Republica Dominicana. Este movimiento ecológico-político se construyó a partir de un liderazgo colectivo que acercó a medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y movimientos juveniles de todo tipo.

Podemos y tenemos que activar este liderazgo colectivo, diverso, líquido e intercultural para adecentar el ejercicio de la política y de la economía en República Dominicana. De lo contrario debemos prepararnos para ver como las mafias políticas y económicas cavan la tumba donde seremos enterrados como país.

30+ Behind the Scenes, Magical Movie Moments


COLABORADOR 2020: Carlos Villamil

Post dedicado a 30+ Behind the Scenes, Magical Movie Moments

Steven Spielberg. Quentin Tarantino. Martin Scorsese. George Lucas. Directores de cine que de alguna manera sus nombres están almacenados en nuestra memoria. En la cima de su juego, estos directores tienen que rara habilidad de transportarnos a otro tiempo y lugar, aunque por pocas horas. Son artistas que pueden ver algo que la mayoría de que no pueden - los mundos imaginarios que no sabía que existían.

Pero este post no es para celebrar sus logros, es para tener una mirada hacia atrás en los momentos de película memorable que sucedió detrás de la cámara. Es ver la mirada de preocupación en el rostro de la tripulación, ya que acaba de rodar otra toma. Es ese momento de tranquilidad compartida entre el actor principal y director, como el director trata de transmitir su visión elaborada. Es segundos antes de que el rodillo de cámaras, cuando el director se sienta ansiosa y relojes, con emoción, ya que su mundo tomar forma.

Porque estos son los momentos en que la magia realmente sucede.

"El cine como, el sueño de la película como la música. Ningún arte pasa nuestra conciencia en la película de manera lo hace, y va directamente a nuestros sentimientos, en el fondo en los cuartos oscuros de nuestras almas. "- Ingmar Bergman.


Palabras del presidente de Costa Rica, Óscar Arias en la Cumbre de las Américas Trinidad y Tobago



COLABORADOR 2020: Marino Grullón

Presidente de Costa Rica, Óscar Arias, 18 de abril del 2009.

Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.


No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.


Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda. y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.


También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir "una Ciudad sobre una Colina", una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.


Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur -en cuestión de 35 ó 40 años- es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.


¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países sólo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10.


Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.


En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra.

En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado.Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo -en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día- y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.

Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Morales, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.

Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos.

Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los "ismos" (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un "ismo" muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo .

Para sólo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: "Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones" . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que " la verdad es que enriquecerse es glorioso ". Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.

La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años.

Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso sólo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.

Muchas gracias.

Óscar Arias, Premio Nobel de la Paz 1987
y actual presidente de Costa Rica por segunda ocasión