A clase hasta los 18, quieras o no



COLABORADOR COM2020: Marino Grullón

Artículo publicado por el periódico "El país" el 04/11/2009

Varios países han aumentado la escolarización obligatoria para luchar contra el abandono escolar. Para muchos, obligar a estudiar a alumnos casi adultos es ineficaz, inviable y contraproducente, para otros, mejora su perspectiva laboral.

La cohesión social, la igualdad de oportunidades y la justicia han sido los motores clásicos para intentar que cada persona, cada joven estudie lo máximo posible. A este argumento se le fue uniendo otro que apela más a la rentabilidad colectiva: el crecimiento económico en la sociedad del conocimiento requiere una población cada vez más formada. La mezcla de ambos es una obsesión en los países desarrollados, que buscan fórmulas para erradicar o, al menos, mitigar el principal obstáculo: el número de chavales que dejan de estudiar tras la escolarización obligatoria -muchos ni siquiera consiguen obtener el título más básico-. Si les ocurre a países como Reino Unido o Francia (con un 13% de abandonos) mucho más a España (con más del 30%).

Mejorar la calidad de la enseñanza con más medios, ofrecer otras vías de escolarización y de reenganche para los que abandonaron e, incluso, pagar a los más pobres, con mayor riesgo de exclusión, para que sigan estudiando son algunas de las estrategias posibles. Pero hay una que cíclicamente se coloca sobre la mesa, que consiste en obligarles a que estén más tiempo en el sistema, es decir, aumentar la edad de escolarización obligatoria, que en España está en los 16 años.

Esta idea es para algunos una auténtica locura por inviable, ineficaz y contraproducente. Obligar a permanecer en las aulas a jóvenes de 16 y 17 años que no quieren estar en ellas provocaría graves problemas en las aulas y ni siquiera sería beneficioso para ellos, opinan expertos como el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña. Para otros, como el profesor de la Universidad de Barcelona Francesc Raventós, aunque causase "problemas menores", también puede ayudar a "resolver problemas mayores", como esa alarmante cifra de abandono escolar. Y recuerda que ese aumento hasta los 18 años ya se ha llevado a cabo en países como Alemania, Bélgica u Holanda. También en un buen número de Estados de EE UU, Hungría Polonia e Israel. Otros países, como Portugal o Reino Unido, planean hacerlo.

En España, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, volvió a abrir la espita del debate la semana pasada, al sugerir la posibilidad de aumentar de los 16 a los 18 años la edad de escolarización obligatoria. Fuera una propuesta, un deseo o una llamada a la reflexión -como apuntó la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia- sus palabras plantean una vez más si realmente debemos obligar a los chicos a seguir en la escuela aunque no quieran.


El profesor de la Universidad de Toronto Philip Oreopoulos se plantea esa duda en un reciente estudio. Tras analizar las subidas de la edad de escolarización obligatoria que han hecho muchos Estados de EE UU (en 28 de ellos, la edad mínima está en 17 o 18 años), se responde a sí mismo, como Raventós: "Da más beneficios que problemas", sobre todo si "va acompañada por esfuerzos para hacer que esos años extra sean más productivos y aceptables para aquellos que realmente no quieren estar en la escuela", dice por correo electrónico. Oreopoulos calculó en su trabajo que un año más de escolarización obligatoria aumenta de media un 10% la riqueza que obtendrá una persona a lo largo de su vida, que las tasas de abandono escolar caerán un 1,4% y las de matriculación en la escolarización posobligatoria subirán un 1,5%.


Famosos en una Aldea Global


COLABORADOR COM2020: Joan Espino

Desde hace mucho tiempo viene rodando por algún lugar mi cabeza, aquella afirmación casi de ciencia ficción del artista Pop, Andy Warhol, y aquello de que ¨En el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama¨

En realidad, intelectuales como el canadiense, Marshall McLuhan, habían previsto que el mundo se convertiría en ¨Una aldea global¨ y que el siguiente paso de los sistemas políticos eran eliminar fronteras haciendo uso efectivo de la comunicación.

En el año 2000 el Museo de Andy Warhol, debido al auge de los ¨Reality Show´s¨ como ¨American Idol¨ o ¨The Real World¨ abrió un portal en donde se podían elegir a ciertas personas para que tuviesen la oportunidad de disfrutar de esos 15 minutos de fama, según las votaciones de los visitantes, lo que representó satisfacción y júbilo para los administradores del proyecto por representar la filosofía de su figura eje.

Es indudable, que en este tiempo todos tenemos la posibilidad de disfrutar del privilegio de esta fama efímera, pero fama al fin, en donde cientos o millones de personas nos siguen a través de un medio masivo, siendo el internet el de mayor acogida en páginas web, blogs, videos en youtube o redes sociales.

La herramienta web 2.0, la última tecnología desarrollada para los portales virtuales ha logrado unificar perfectamente el concepto de ¨Aldea Global¨ y ¨15 minutos de Fama¨.

Desde que Facebook y Twitter, se han posicionado en nuestras vidas como algo tan básico como alimentarnos, todos parecemos estrellas de cine, artistas, políticos y si estuviésemos en la ¨Era Espacial¨ seriamos astronautas gozando de la popularidad al nivel de Neil Armstrong y no es exageración, si llenamos un perfil en el cual describimos tres ocupaciones básicas a las cuales nos dedicamos, de inmediato tendremos a cientos de personas solicitando conocernos porque representamos sus intereses.

El poder de las redes sociales va mucho más allá de mantener cerca de nosotros a las personas que más estimamos, familiares y amigos, es toda una aldea bajo el gran universo que ofrece el internet, en donde podemos conocer y compartir con personas que quizás nunca podamos conocer físicamente, incluso personalidades importantes desde escritores reconocidos hasta cantantes de larga trayectoria.

Los ¨Realitys Show´s¨ colocan ante la mirada del mundo personas totalmente desconocidas y en donde semanalmente millones envían un mensaje desde sus dispositivos móviles en respaldo a algún participante. Muchos son los casos en donde artistas como David Bisbal han logrado el éxito mundial por haber participado en uno de estos programas y dicho por él mismo de no haber sido de esta manera hubiese sido muy complicado.

De modo que los medios masivos de comunicación se reinventan, ya no es aquel señor que cada noche juega a ¨Dígalo como pueda¨ vestido formal con su corbata apartado y frio detrás de la pantalla del televisor, ahora somos los espectadores quienes estamos al frente, somos parte de una comunicación real, vivimos nuestro presente como si formáramos parte fundamental de algún programa y tenemos nuestro propio espacio, nuestra red social, nuestro pensamiento corriendo libre desde nuestro blog, nosotros vivimos en una aldea global y aunque el tiempo se ha vuelto limitado, gozamos de al menos 10 minutos de fama.

Por cierto, síganme en twitter.com/joanespino